Hermosillo, Sonora, 26 de junio de 2008.- Impulsar la conciencia social respecto al delito de trata de personas en sus diferentes modalidades es el principal desafío ahora para Sonora, y en éste, deben intervenir autoridades y la propia comunidad, estableció la diputada Leticia Amparano Gámez, presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer.
Al clausurar los trabajos del Foro Binacional “Trata de personas: situación actual, perspectiva y desafíos”, la legisladora resaltó la amplitud de temas y aportaciones desarrollados durante las jornadas y hoy tenemos el desafío de “darle voz a las víctimas”.
Agradeció las intervenciones y apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las organizaciones PROTEJA y USAID para este foro, que logró reunir a legisladores de diferentes entidades, investigadores, funcionarios y expertos en la trata de personas.
En su intervención, José Francisco Obeso López, integrante del integrante del Comité Regional contra la Trata de Personas, calificó el dicho delito como una conducta antisocial que la cambia a la víctima su escala de valores.
Sostuvo que los integrantes del
organismo, que ayer tomó protesta, ahora tienen el reto de unir sus esfuerzos a los de instituciones de gobierno, universidades e iglesia para combatir la trata de personas, y “alejar a los criminales de nuestros hijos”.
Al presentar las conclusiones, María Elena Carrera, representante de Mujeres y Punto, sostuvo que la trata de personas es un fenómeno global o transnacional que tiene que ver con el crimen organizado y su origen son el poder y/o el dinero.
La trata de personas es un abismo, un hoyo negro y en su combate debe sumarse de manera decidida, la comunidad, puntualizó.
“En este segundo día de trabajo hemos visto que las instituciones de asistencia privada han logrado hacer una labor muy importante ofreciendo atención a las víctimas, sin embargo, debe sensibilizarse a la comunidad y empezar una trabajo en conjunto”, abundó.
El delito de trata de personas debe ser entendido y enfrentado por la sociedad misma, es un problema de cultura y ahí es donde se tiene que trabajar, ya que no basta con un marco legal o una reglamentación, puntualizó.
Antes, se realizaron los paneles titulados “La trata de